Sabemos que postergar es dejar una cosa pendiente para realizarla después, y en ocasiones hacer esto nos es de gran ayuda, pero cuando se empieza a postergar todo, cada vez con más frecuencia, se vuelve un grave problema. A corto plazo, postergar nos da tranquilidad pero esto es sólo algo temporal, conforme pasa el tiempo el rendimiento laboral se ve afectado, lo que ocasiona que se retrase el logro de las metas laborales y personales; en casos más graves se puede llegar a la depresión.
Al momento de postergar una tarea creamos excusas o peros para no realizarla; y para no crear o seguir en el hábito de la postergación, también llamado procanistación, es necesario aprender a identificar cuando las creamos para descubrir la verdadera razón del porqué lo hacemos.
Al momento de planificar tus tareas establece un plazo y horarios de entrega. Tener una agenda te será de gran utilidad.
Es preferible que dividas una tarea en 2 o 3 partes, mientras más sencilla sea la tarea mejor.
Vuelve tus tareas como retos personales, al terminarlas sentirás una mayor satisfacción por haberlas terminado.
Busca las cosas que te motiven para que puedas realizar más rápido y mejor la tarea.
Es preferible desconectar el internet y apagar el celular hasta terminar la tarea o por lo menos haber avanzado una gran parte.
Toma un tiempo libre cuando te sientas verdaderamente cansado, pero recuerda no abusar de estos tiempos.
«No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.»
➤ Te recomendamos leer nuestra entrada: 7 factores que afectan la productividad.