Contar con este recurso nos proporciona credibilidad ante los clientes y una buena identidad corporativa, que nos permite diferenciarnos de la competencia y generar un vínculo empático con los clientes actuales y potenciales.
El elemento más importante, de él depende el triunfo o fracaso de la compañía, debido a que es lo primero que se quedará la memoria de las personas. Tiene que ser breve, fácil de recordar y creativo.
Existen 3 clases: logotipo (compuesto de palabras), isotipo (de imágenes) y el isologotipo (una combinación de ambos). Debe ser atractivo y reflejar la esencia del negocio. En su realización se debe de tomar en consideración a la clientela, la competencia y el mensaje o idea que desea transmitir.
Es una promesa sobre los beneficios que conlleva la adquisición del producto o servicio. La frase necesita denotar prestigio, credibilidad y ser original para generar efecto en las personas.
Las empresas deben de adquirir un dominio con su nombre o algún término relacionado a la misma. Su diseño debe ser estético y sencillo, para que los usuarios puedan navegar de manera intuitiva e informarse adecuadamente sobre la empresa, sus productos o servicios y como poder adquirirlos.
Además de los folletos y manuales del negocio, en este apartado también se encuentran las tarjetas de presentación, sobres, etiquetas, carpetas, facturas y hasta la vestimenta del personal.
Es fundamental que todos los elementos antes detallados ocupen un lugar primordial dentro de la cultura corporativa, para poder lograr el reconocimiento e identificación de la marca por parte de los consumidores y de los colaboradores. La imagen corporativa es de gran importancia ya que se considera una estrategia de comunicación, si quieres aprender más te recomendamos leer esta nota.
Bauhaus Media Production, líderes en producción audiovisual en Cancún y la Riviera Maya.