El logotipo representa la médula espinal de una empresa u organización, en él se refleja una gran cantidad de información que transmite las principales características de la marca.
Por este motivo hay que ponerle gran énfasis a la elaboración del mismo, debido a que de su diseño depende el nivel de impacto que se genere en las personas.
Quien vaya a diseñarlo debe tener en cuenta las circunstancias para las cuales se utilizará el logotipo. Después puedes definir las características esenciales como el color, la tipografía, el tamaño y otras características fundamentales.
Es necesario que pueda ampliarse o reducirse sin sufrir alteraciones drásticas, esto quiere decir, que debe entenderse y apreciarse claramente el nombre. Se recomienda utilizar vectores para que pueda manejarse adecuadamente.
Debe reflejar una imagen fresca y actual, esto no quiere decir que tiene que estarse modificando continuamente, se le pueden ir realizando cambios dependiendo de las festividades durante el año. Sin embargo, se aconseja que sea atemporal, para que no se encasille en determinada época. En un futuro se podría actualizar para renovar la imagen de la empresa, conservando la misma línea desde su creación.
Creación de un logotipo que logre diferenciarse casi de manera instantánea de la competencia. Una imagen que con ser vista unos pocos segundos se mantenga en las mentes de las personas, proporcionándoles la capacidad de describirlo totalmente.
Parece algo evidente, pero es importante mantener presente este aspecto. Tratar de imitar los logotipos de grandes marcas puede resultar un error fatal que afecte negativamente la relación con clientes.
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