Los empaques o el packaging de los productos marcan la diferencia; sus colores, iconos y tipografía contribuyen en gran medida a que las personas quieran adquirir ciertos productos, a pesar de que en múltiples ocasiones el contenido de los mismos puede llegar a no ser tan grandioso.
El packaging es todo un proceso de diseño, evaluación y producción de paquetes. Un consumidor puede encontrar en el mercado productos parecidos o similares, pero los diseños de cada uno son los que logran diferenciarlos de la competencia.
Esto brinda un aspecto positivo del packaging, que ayudan a diferenciar un producto de los demás, de esta manera se pueden definir en gran parte si el producto será un éxito o un fracaso; por mucha publicidad que se le haga o que el producto consiga, al final quien tendrá la última palabra siempre será el cliente.
La presentación que tenga el packaging de un producto ayuda a determinar la primera imagen que reciben los consumidores de él, es por eso que el diseño debe causar un gran impacto visual.
Gracias a que la apariencia del producto se introduce en el inconsciente de las personas, éstas logran tomar una decisión más fácil y rápida a la hora de realizar una compra. Un buen packaging se caracteriza por contribuir a la presencia de la marca en la mente de los consumidores.
Para que realmente se cree una conexión entre el consumidor y el producto, se necesita algo más que un empaque “bonito”. El éxito del packaging tienen tres elementos fundamentales que son necesarios, un buen diseño gráfico, estrategia de comunicación y mucha creatividad.
El cuidado y preservación del medio ambiente son temáticas que han tocado las fibras sensibles de muchos consumidores, quienes continuamente se esfuerzan por contribuir positivamente con la naturaleza.
Se debe conseguir impactar a los consumidores a distancia a través del empaque, convirtiendo algo convencional en algo innovador; es decir, que debe ser un empaque fuera de lo establecido.
Las expectativas de los consumidores deben ser cubiertas para que conserven la preferencia por la marca, de aquí, la importancia de tener un buen diseño en la estrategia de comunicación.
Resulta primordial transmitir nuestra naturaleza y reforzar los valores e ideales que nos diferencian de la competencia. El trabajo de diseño gráfico toma relevancia en este punto, porque se convertirá en un diseño que perdurará.
El diseño del empaque debe ser atractivo, pero sin caer en exageraciones, no es necesario saturar con múltiples elementos la imagen del producto, debe ser un diseño sencillo y directo.
Impactar al cliente y lograr que mantenga siempre presente nuestro nombre es vital para que se genere la necesidad de consumir los productos que ofrecemos; nuevamente, podemos ver que una buena estrategia de comunicación puede conseguir esto.
Cuando un packaging se encuentra bien elaborado se convierte en un elemento capaz de perdurar como imagen de la marca y si además tiene aspectos funcionales o es reutilizable será distintivo y tendrá un valor añadido.
El packaging también debe estar correctamente impreso, y en caso de que sea un rediseño debe mantener cierto lazo visual con la imagen anterior.
Algunas marcas expertas en el Packaging son: Starbucks, Coca-Cola, Cadbury y Absolut.